En 1787, el físico frances J. Charles propuso por primera vez la relación proporcional entre el volumen y la temperatura de los gases a presión constante.
Charles fue el inventor del globo aerostático de hidrógeno. Como no publicó los resultados de sus investigaciones sobre gases, se atribuye también esta ley a Gay-Lussac, quien comprobó el fenómeno en 1802.
La ley de Charles se expresa matemáticamente de la siguiente manera: V = kT
Donde:
V = Volumen
T = Temperatura
K = Constante
La ley de Charles establece que: “El volumen de un gas a presión constante es directamente proporcional a la temperatura kelvin”.
Lo anterior quiere decir que a presión constante, el volumen se dobla cuando la temperatura absoluta se duplica. En cambio si la temperatura del gas disminuye, también lo hace el volumen.
Esto sucede porque cuando se aumenta la temperatura del gas en un recipiente, provoca que las moléculas se muevan con más rapidez y tarden menos tiempo en alcanzar las paredes del recipiente.
Lo que significa que el número de choques por unidad de tiempo será mayor. Es decir se producirá un aumento (por un instante) de la presión en el interior del recipiente y aumentará el volumen.
Un ejemplo sencillo de lo anterior son los globos aerostáticos, al aumentar la temperatura del aire del interior del globo, este hace que aumente su volumen, por eso es que los globos se inflan, y al ser el aire caliente mas ligero que el aire a temperatura ambiente, hace que el globo flote.
Otra manera de expresar la ley de Charles es que si se tiene un cierto volumen de gas V1 que se encuentra a una temperatura T1 al comienzo de un experimento y luego se varía el volumen del gas hasta un nuevo valor V2, entonces la temperatura cambiará a T2, y se cumplirá: V1 / T1 = V2 / T2